Es obvio que no lo he hecho bien; si uno empieza algo, hay que continuar con ello hasta llegar al final; porque señores en esta vida todo tiene un The End.
No deberían valer los "peros", pero como es mi blog y mi entrada, hago lo que me da la gana y pongo los que quiero (y es que son verdad).
Empecé con Maránto pensando que lo mantendría vivo y me he largado durante unos meses sin proporcionarle siquiera unas tristes viandas. PERO es que, juro con una biblia en cada mano, que no me he sentido con fuerzas para escribir.
En Abril, dejé de llevar a mi hijo a la guardería de Harvard (o algo, porque de los precios de éstas ya vamos hablar pero en otro momento) y lo he tenido pegadito a mí hasta el jueves pasado. Pegado y amarrado hasta tal punto que se ha convertido en una extensión mía, éramos como uña y mugre, de hecho en el super algún día (no iba a ser en un spa) que lo he podido dejar un par de horas con otra persona, he estado al borde del infarto porque al girarme y ver que no estaba a mi lado, pensaba "este cabrón ya ha vuelto a desaparecer".
Acababa los días como si hubiese perdido media vida; con ojeras, mirada opaca, acné, mucho acné, habiendo comido las sobras del día anterior, con el pelo más fosco si cabe (siempre he dicho que hay escobas con mejor pelo que el mío), con todo el medallero olímpico alimentario en la camiseta; galletas esturrundadas, salpicotones de Nesquik, unos cuantos granos de arroz pegados cual pedrería...vamos, que acababa como el Guernika.
A si que, como para sacar el ordenador. Como para ponerme a coger el diccionario.
Y si ya, mi agotamiento iba in crescendo, llega el fin de curso y se suma mi vástago de siete años a esta etapa de subida al Chimborazo (dicen que supera al Everest en 2.000 metros). Pero así, a pelo, sin víveres y en pelota picada. Ahí tienes el reto Calleja. Si sobrevives para contarlo, serás digno del título de tu programa.
Santo Dios, Santo fuerte, Santo inmortal, qué meses...que periodo en Soto del Real y todo para acabar con los ligamentos deshechos del tobillo y con unos baremos sanguíneos de asco.
¿Y vosotros creéis que yo podía ponerme a escribir? yo lo que necesitaba era una transfusión sanguínea diaria.
" Qué exagerada eres" me diría más de uno y a lo mejor más de uno o una que es padre o madre, entonces es cuando me dirijo a esa persona y le contesto: "pues si tú has podido sobrevivir feliz y con una sonrisa perenne a los casi tres meses de verano sumándole el plus de un trimestre más que es el que llevaba yo de previo, y has llegado a Septiembre como si llegases de tu luna de miel, es que tú has acabado cayendo en el mundo de las drogas".
Sin embargo, como todo llega, empiezo a recuperarme con el objetivo de volver a ser yo, de hacer un hueco en mi vida para mí misma y no solo ser la mamá de estos dos monstruos cuellicortos a los que irremediablemente quiero más que a nada en el mundo.
A si que, aquí estamos; recomencemos (de momento voy a echarme la siesta ;-)
Vamos!
ResponderEliminarEs duro dedicarse tanto esfuerzo y preocupaciones y más duro que no parezcan verse los frutos! Que se vean tiranos y no amores...en Dinamarca los niños son felices?! Seguro que las madres no están tan cansadas!!!!
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